"Para esta semana [17-23 de enero] reportamos una disminución del 21% de los casos, significando esto 16.080 casos menos en comparación con la semana anterior cuando reportábamos 77.238 casos y para esta semana 61.158; es la primera semana [de descenso] después de 16 semanas consecutivas de ascenso", dijo el ministro de Salud, Jeyson Auza.
Los contagios acumulados durante toda la pandemia subieron a 813.609, incluidos 20.630 decesos, indicó Auza al presentar el parte epidemiológico de la semana pasada.
Destacó que la tasa de letalidad de la cuarta ola se mantenía en 0,6%, en contraste con el 6,2% de la primera ola a mediados de 2020.
Bolivia está en estado de emergencia sanitaria desde fines del año pasado, a causa de la cuarta ola de COVID-19, mientras tropieza con dificultades para acelerar la vacunación de su población desde los cinco años de edad, que suma unos 10,2 millones de personas.
La inmunización se aceleró a principios de enero cuando estuvo vigente un carnet de vacunación como requisito para ingresar a lugares públicos, pero esa medida fue suspendida indefinidamente y tras ello la campaña volvió a desacelerarse, según medios locales.
Hasta el 23 de enero, Bolivia aplicó casi 11,5 millones de dosis de vacunas contra el COVID con saldo de poco más de cinco millones de personas inmunizadas con esquema completo.