Al principio, los arqueólogos sugirieron que los insólitos tubos plegables y huecos de más de un metro de largo y decorados con figurillas de toros, eran utilizados como cetros o como parte de un dosel funerario.
Sin embargo, un estudio reciente refutó esas hipótesis. Un equipo de investigadores sometió los cetros a un análisis y encontró residuos vegetales en la superficie interna de uno de ellos. Los arqueólogos llegaron a la conclusión de que probablemente fueron utilizados para consumir bebidas fermentadas, como la cerveza, pues algunas de ellas cuentan con una especie de filtros.
Los antiguos habitantes del Cáucaso consumían cerveza al estilo sumerio, opinan los autores del estudio. Hay varias piezas de arte mesopotámicas que muestran a personas bebiendo cerveza de un recipiente común con pajitas largas. Pero esta es la primera vez que los arqueólogos descubren las propias pajitas.
"Si la interpretación es correcta, estos objetos representan la evidencia material más antigua de consumir bebidas con pajitas largas, una práctica que se hizo común en las fiestas en los siglos III y II antes de Cristo en el antiguo Oriente Próximo", concluyen los arqueólogos.