"Como ladrones en la noche, los oficiales llegaron para desalojar a la familia Salihiya a la calle helada. Estas son las vidas de los palestinos en Jerusalén Este", dijo el parlamentario de Meretz, Mossi Raz, inmediatamente después del desalojo el 19 de enero por la mañana.
Cuando la Policía llegó por primera vez el 17 de enero, la familia Salihiya se atrincheró dentro de su casa. Los agentes demolieron un vivero de plantas perteneciente a la familia en la parcela, mientras negociaban con los residentes sobre su casa.
El patriarca de la familia, Mahmoud Salihiya, de pie junto a una lata de combustible en el techo, amenazó con quemarse vivo y llevarse su casa con él, en lugar de ser desalojado.
"No nos iremos. Viviremos o moriremos. Me quemaré con combustible", dijo Salihiya en un video que circuló en las redes sociales. La Policía se retiró y las dos partes no llegaron a un acuerdo final.
El enfrentamiento terminó cuando decenas de agentes del orden allanaron la casa de la familia Salihiya en la madrugada.
Durante el desalojo dieciocho personas, palestinos e israelíes, fueron arrestados en el lugar.
El ayuntamiento de Jerusalén dijo que planea construir una escuela para niños palestinos con necesidades especiales residentes en el barrio, así como seis jardines de infancia.
Sheikj Jarraj, se ha convertido en uno de los barrios más tensos de Jerusalén. Los palestinos ven el desalojo como parte de un intento más amplio de Israel de borrar su presencia en Jerusalén Este.