"Con la puesta en explotación del Nord Stream 2 se hará un sustancial aporte a la garantía de la seguridad energética de toda la Unión Europea. El procedimiento de su certificación no debería alargarse artificialmente ni politizarse por parte de los reguladores alemanes ni de la Comisión Europea, que deben actuar en estricta correspondencia con las normas vigentes, las que nosotros acataremos rigurosamente", comunicó la Cancillería en su web.
Nord Stream 2 es un gasoducto de dos ramales de 1.230 kilómetros, con una capacidad de 55.000 millones de metros cúbicos al año, que va desde la costa rusa hasta Alemania, pasando por el mar Báltico.