"La creciente tensión en las relaciones con Rusia está causando una gran incertidumbre en la economía alemana y puede frenar la inversión y el crecimiento económico deseado", dijo Hermes en una rueda de prensa con motivo de la visita a Kiev y a Moscú de la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock.
Hermes subrayó que se trata de "lo último que se puede desear ahora, tras la recesión causada por la pandemia del coronavirus y los desafíos asociados con la superación del cambio climático".
Mientras, señaló, el reforzamiento de la cooperación económica, el establecimiento de un mayor número de contactos comerciales, un diálogo continuo "pueden, por el contrario, contribuir a aliviar la tensión y brindar un impulso económico".
Rusia rechazó en más de una ocasión las acusaciones de Occidente y de Ucrania de desarrollar "una actividad agresiva", declaró que no amenaza a nadie ni planea agredir contra nadie, agregando que estas afirmaciones sirven de pretexto para instalar más material de guerra de la OTAN cerca de las fronteras rusas.
La Cancillería de Rusia calificó como ridículas y al mismo tiempo peligrosas las declaraciones de Occidente sobre la "agresión rusa" y su disposición de ayudar a Kiev para contrarrestarla.