Las imágenes de la escena muestran cómo uno de los empleados, vestido con un impermeable, tira un pedazo de estiércol que sale del ano del animal y que se convierte en un auténtico corcho.
De repente, el elefante comienza a expulsar decenas de litros de agua que literalmente inunda todo a su alrededor y arrastra al veterinario. Por su parte, la empleada encargada de sujetar la cola del animal no puede contener la risa.