La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha rebajado en 2,3 puntos la estimación del crecimiento del producto interior bruto (PIB) de España para 2021. De este modo, se sitúa en el 4,5%, tal y como se desprende de su informe bianual Perspectiva Económica, publicado el miércoles 1 de diciembre.
"La demanda doméstica fue más débil de lo esperado en el segundo y tercer trimestre, en parte reflejando la inflación y el despliegue más lento de lo estimado de los fondos de recuperación europeos", ha explicado la economista senior y máxima responsable para España de la OCDE, Müge Adalet McGowan.
El organismo también pronostica un descenso de 1,1 puntos porcentuales con respecto a la estimación publicada en septiembre de cara al año 2022 y sitúa el crecimiento del PIB en el 5,5%.
Según la OCDE, España no conseguirá recuperar el nivel económico previo a la pandemia hasta el primer trimestre del año 2023. La previsión de crecimiento económico se ha situado en el 3,8%, sin comparación con ningún dato anterior porque es la primera vez que el organismo pronostica datos macro para dentro de dos años.
"La política fiscal servirá de apoyo en 2022 y en gran parte neutral en 2023. La mejora y adaptación de las capacidades de los trabajadores, a través de políticas activas de empleo y aprendizaje de adultos, serán clave para facilitar una recuperación inclusiva y recoger los beneficios de la mayor digitalización", ha indicado la OCDE.
Entre los riesgos a la baja para la economía española, la OCDE alerta de un posible repunte de la pandemia, una mayor persistencia de la inflación que se traslade a los precios finales y los salarios, mayores efectos permanentes del desempleo y las quiebras de empresas.