Polonia, Lituania y Letonia informan de un fuerte aumento del número de migrantes ilegales que intentan entrar en sus territorios desde Bielorrusia.
El 8 de noviembre, un convoy con varios miles de refugiados se acercó a la frontera polaco-bielorrusa e intentó atravesar la valla de alambre de espino.
El presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, subrayó que Minsk no tiene ninguna posibilidad de contener el flujo de migrantes.