El 25 de octubre el primer ministro Abdalá Hamdok fue detenido y trasladado a un lugar no revelado por negarse a emitir una declaración de apoyo a la toma de posesión.
Además, estallaron protestas en Jartum y en varias ciudades sudanesas. Tres personas murieron y más de 80 resultaron heridas durante los enfrentamientos con las fuerzas armadas.
En septiembre presuntos conspiradores habían intentado tomar un edificio de medios de comunicación estatales, pero el gobierno tomó medidas para contener la situación.
En abril de 2019, el presidente Omar Bashir, gobernante del país desde hace mucho tiempo, fue destituido y puesto bajo arresto domiciliario por los militares sudaneses tras casi cuatro meses de manifestaciones callejeras pidiendo su dimisión. Un gobierno interino compuesto por elementos militares y civiles asumió entonces el poder.