"Éste fue un intento más del masismo por avanzar en su proyecto de control totalitario, pero la ciudadanía y los sectores populares unidos en toda Bolivia supieron oponerse con firmeza y derrotar ese intento de radicalizar más el autoritarismo masista", dijo en Twitter el gobernador de Santa Cruz (este), Luis Fernando Camacho.
Cercado por protestas de varios sectores sociales y de la minoritaria aunque ruidosa oposición parlamentaria, el Gobierno de Arce retiró el 14 de octubre del parlamento -de mayoría oficialista- el proyecto de ley con el que pretendía actualizar normas contra el lavado de dinero, en sintonía con acuerdos internacionales.
El proyecto no será repuesto durante el actual Gobierno, cuyo mandato se extenderá hasta 2025, anunció en la noche pasada el ministro de Justicia, Iván Lima, reiterando la admisión oficial de que la iniciativa murió por falta de información adecuada a la ciudadanía.
Segunda derrota
El retiro de la ley anti lavado luce como la segunda derrota política del Movimiento Al Socialismo en octubre, luego de que a principios de mes perdiera el control de la principal asociación de productores de coca del país en un conflicto que pasó por jornadas de violencia callejera.
Ocurrió además solo dos días después de que el oficialismo hiciera masivas concentraciones en todo el país en rechazo a un paro convocado por la oposición encabezada por comités cívicos y reforzada por sectores de transportistas y comerciantes informales contrarios a la ley contra ganancias ilícitas.
29 de septiembre 2021, 16:52 GMT
Camacho, también exlíder cívico cruceño que lideró parte de las protestas que provocaron la caída del Gobierno de Evo Morales en 2019, afirmó que fue "el pueblo boliviano movilizado" el que obligó a "retirar de la agenda legislativa otra ley autoritaria del masismo".
El expresidente Jorge Quiroga (2001-2002) calificó al retroceso gubernamental como "estruendoso fracaso de intento masista de criminalizar la informalidad, expropiar la pequeña propiedad y convertir nuestra sociedad en "delatores del prójimo".
"No nos da la gana ser colonia cubana, ni dictadura venezolana; seremos una Bolivia soberana, libre y democrática", proclamó.
Otro líder opositor y también expresidente, Carlos Mesa (2003-2005), dijo en la misma red social: "Gana Bolivia y pierden los autoritarios, los violadores de DDHH y los que creen que el pueblo no sabe defenderse".
Mesa anticipó nuevas "batallas por la justicia y la democracia", en referencia a los procesos judiciales impulsados por el Gobierno contra varios opositores, incluida la expresidenta transitoria Jeanine Áñez (2010-2020) por el golpe y masacres políticas de 2019.
Los opositores reclaman insistentemente la libertad de Áñez, quien está en detención preventiva desde marzo.