En un informe publicado este 11 de octubre, el organismo afirma que ha documentado 22 casos de venezolanos, entre ellos niños, que fueron objetos de abusos, como detención automática en condiciones inhumanas, malos tratos, separación familiar y negación de su derecho a solicitar asilo.
Según AI, unos 17.000 venezolanos se encuentran en situación irregular en Curazao, la isla caribeña que pertenece a Países Bajos.
La mexicano-estadounidense Érika Guevara Rosas, directora de AI para América, acusó a Países Bajos de ayudar a Curazao a "arrestar, custodiar y deportar a gente que huye de Venezuela en busca de seguridad".
"En lugar de mirar hacia otro lado mientras se están cometiendo estas violaciones de derechos humanos, las autoridades neerlandesas deberían garantizar a estas personas la protección internacional que necesitan", remarcó Guevara.
La oenegé alertó que Curazao detiene a los inmigrantes venezolanos por tiempo indefinido y les presiona para que firmen su consentimiento a la deportación.
Las condiciones, afirma la organización, en el "cuartel de extranjeros", la prisión SDKK para inmigrantes, "siguen siendo inhumanas y las personas recluidas allí están sometidas a privación sensorial, hacinamiento, encierro junto a personas convictas y falta de intimidad".
Amnistía Internacional instó al Gobierno de Países Bajos a "evaluar los riesgos en materia de derechos humanos y establecer salvaguardias sobre estos derechos que sean aplicables al apoyo que presta a las autoridades de Curazao".