"Lo más frecuente es que el periodo de recuperación dure entre un mes y medio y dos meses, pero en algunos casos, el deterioro de la memoria dura hasta seis meses o más", dijo Javkina.
Señaló que para estimular la memoria se utilizan diversos medicamentos y ejercicios.
Según la subdirectora de trabajo clínico del instituto, Tatiana Ruzhentsova, el trastorno más común que experimentan los pacientes "incluye no sólo el deterioro de la memoria, sino también una menor capacidad para analizar la información, sacar conclusiones, formular frases y llevar a cabo diversas acciones deliberadas".
Indicó que la gravedad de estos trastornos depende tanto de los cambios que tenía una persona antes de la infección como de la gravedad del COVID-19.
Al mismo tiempo, la especialista destacó que la vacunación reduce significativamente la gravedad de la enfermedad y disminuye todas sus manifestaciones, incluido el deterioro de la memoria.