"¿Quiere que Cataluña sea un Estado independiente en forma de República?". Esta era la pregunta a la que los catalanes tenían que responder en las urnas. La consulta, organizada por el Gobierno de Carles Puigdemont, había sido suspendida por el Tribunal Constitucional semanas antes, pero los independentistas continuaron adelante.
Como cualquier día de elecciones abrieron los colegios electorales, pero muchos de ellos fueron clausurados por los agentes, algunos incluso por la fuerza, y otros consiguieron resistir haciendo retroceder a la Policía y Guardia Civil.
La votación terminó y se saldó con la prisión de la mayoría de miembros del Ejecutivo catalán y la huida del presidente Puigdemont a Bélgica. Las imágenes de los incidentes llenaron portadas de medios nacionales e internacionales y cuatro años después las redes sociales las han recuperado de nuevo.