"El Gobierno de [Iván] Duque y el ministro [de Defensa, Diego] Molano nos han autorizado para usar de manera desproporcionada la fuerza y los explosivos. El Gobierno y los militares no pueden volver a sacar los argumentos sesgados que cuando nosotros usamos los explosivos es terrorismo, pero cuando los usan ellos es legal", anunció el grupo subversivo en un comunicado difundido en la madrugada de este 30 de septiembre.
Alias 'Fabián' murió en la madrugada del 28 de septiembre en una clínica de Cali (suroeste), tras permanecer herido luego de un bombardeo militar a su campamento el pasado 16 de septiembre en la vereda (aldea) Corriente Palo, área selvática del municipio El Litoral, en el departamento de Chocó (noroeste).
En su comunicado, el ELN confirmó la muerte del subversivo en un bombardeo militar que calificó de "descomunal", y convocó a sus miembros para que "se apresten a sorprender con acciones de igual dimensión al enemigo" que enfrentan, "respetando siempre la integridad de la población".
Asimismo, consideró que "es obligatorio que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) entregue un informe oficial a la opinión nacional y a la Comandancia Nacional del ELN de lo acontecido desde el bombardeo al campamento hasta el momento que se informa de la muerte del comandante 'Fabián'", ya que, dijo, ese organismo "debe velar por la protección de los alzados en armas que son capturados heridos".
Alias 'Fabián' permaneció herido en las selvas del Chocó cerca de dos semanas, pero fue hallado por los militares en la tarde del lunes en otro campamento, de donde fue extraído en helicóptero y trasladado con vida hacia Cali, según se observa en un video difundido por el Ejército Nacional.
29 de septiembre 2021, 16:33 GMT
Sin embargo, según informó el Gobierno el martes 28, alias 'Fabián' murió a las 5:30 hora local (10:30 GMT) de ese día.
Los diálogos de paz entre el Gobierno colombiano y el ELN se rompieron en febrero de 2019, luego de que esa guerrilla se adjudicó un atentado con un vehículo cargado con explosivos a la Escuela de Cadetes General Santander, en Bogotá, perpetrado el 17 de enero de ese año y que dejó 22 cadetes muertos y más de 60 heridos.