https://mundo.sputniknews.com/20210814/un-devastador-terremoto-sacude-haiti-1115082529.html"La terminal de Martissant está cerrada desde el 5 de julio, cuando unos gánsteres dispararon contra el barco de propano (…). La terminal de Thor se queda repetidamente sin existencias de gasolina porque todos los clientes acuden a cargar allí sus camiones (…). La terminal de Varreux es inaccesible desde el 1 de septiembre porque los mafiosos bloquean el acceso por carretera", denunció la Asociación de Profesionales del Petróleo (APPE) en una misiva dirigida al Ministerio de Justicia.
Desde inicios de junio, con los enfrentamientos de las pandillas por el control de la salida sur de Puerto Príncipe, Haití está inmerso en una compleja crisis de combustible que ahora aumenta con las incursiones de las bandas armadas, que bloquean carreteras y asaltan a distribuidores de mercancías, entre ellos los carburantes.
La estatal Empresa de Electricidad advirtió el lunes las dificultades para abastecer de combustible a sus centrales eléctricas del área metropolitana y en las localidades provinciales.
"Esta lamentable situación, debido al clima de inseguridad casi permanente observado en el área metropolitana de Puerto Príncipe en los últimos meses, está provocando una mayor caída en la producción de electricidad", deploró el organismo en su cuenta oficial en Twitter.
Con una pobre generación estatal esta semana, los usuarios compiten en los pocos surtidores abiertos para acceder al diésel e iluminar sus viviendas, pero cada vez con menos oportunidades, mientras las gasolineras no pueden abastecerse.
"Ahora solo puedo poner la planta dos horas en la mañana y dos horas en la noche. Tenemos que ahorrar para que las reservas duren aunque sea tres días", explicó a la Agencia Sputnik Arlin Rodríguez, quien administra un pequeño condominio de tres departamentos.
La APPE recordó al ministro de Justicia, Rockefeller Vincent, que la capacidad de almacenamiento de Varreux representa aproximadamente el 70% del total, y que la situación actual penaliza a las empresas petroleras, a sus clientes y al país, además de obstaculizar todas las actividades económicas.
A mediados de agosto, tras el mortal terremoto de magnitud 7,2, las pandillas anunciaron un tregua para el cruce de la ayuda humanitaria, y aunque esa pausa tácita permitió que llegara asistencia a las zonas devastadas del sur, resurgieron los secuestros y asesinatos principalmente en el centro de la capital.
Al menos dos directivos bancarios e igual número de funcionarios gubernamentales fueron secuestrados esta semana, y un comerciante murió recientemente en pleno intercambios de disparos entre las pandillas en el centro de la capital.
El lunes, el director de la Policía, León Charles, reiteró su promesa de restablecer la paz en el país. "La policía no dejará de cazar bandidos", aseguró el titular que pronto cumplirá un año en el puesto, sin grandes resultados hasta el momento.