El cubano Sol Cervantes, que compite en la categoría T46 (atletas con movimiento moderado o muy limitado de uno o ambos brazos), es el más joven integrante de la delegación antillana, saltó 7,46 metros, lo que lo convierte en nuevo monarca paralímpico.
El saltador, oriundo de la Habana, superó al estadounidense Roderick Townsend, anterior plusmarquista y merecedor de la medalla de plata (7,43), mientras que el bronce correspondió al ruso Nikita Kotukov (7,34).
Seis títulos paralímpicos al hilo
Por sexta ocasión consecutiva, la velocista cubana Omara Durand sube al podio más alto en una cita paralímpica, esta vez al ganar la final de los 400 metros, clase T12 (discapacidad visual).
Durand, guiada por su compañero Yunior Kindelán, detuvo el cronómetro en 52,58 segundos, su mejor registro de la temporada, superando a Oksana Boturchuk, de Ucrania, ganadora de la medalla de plata (55,33), y a Alejandra Paola Pérez, de Venezuela, bronce (57,06).
Todavía está pendiente su participación en las carreras de 100 y 200 metros, distancias en las que la cubana es plusmarquista del mundo y amplia favorita para ganar en esta lid.
Con estas dos medallas de oro, más una plata y un bronce logrado en la jornada anterior, Cuba se ubicó en el lugar 32 en el medallero general, entre 163 países participantes.