El mandatario de EEUU recibió a las jugadoras del Seattle Storm con motivo de su victoria en el campeonato de la Asociación Nacional de Baloncesto Femenino (WNBA) de 2021. Al posar para una foto con las atletas y unos miembros del equipo técnico, Biden se puso de rodillas.
El evento tuvo lugar en la víspera de la votación de la Ley de Derechos Electorales John Lewis en la Cámara de Representantes —Cámara Baja del Congreso— del país norteamericano. Este proyecto de ley busca reforzar y restaurar una ley de derechos civiles que prohíbe la discriminación racial en las votaciones y la redistribución de distritos electorales.
Latasha Brown, cofundadora del movimiento Black Voters Matter —Los votantes negros importan, en español—, dijo que el posible gesto del presidente fue admirable. Sin embargo, advirtió que no se puede tener "un progreso puramente simbólico".
El gesto de arrodillarse en el deporte estadounidense surgió en septiembre de 2016, cuando el jugador de fútbol americano Colin Kaepernick se puso de rodillas durante la ejecución del himno nacional para protestar por la falta de atención del Gobierno a los problemas de desigualdad racial y brutalidad policial en el país.
La acción del deportista tuvo gran repercusión en EEUU, con muchos otros atletas apoyándolo y siguiendo su ejemplo, algunos incluso fuera de la nación norteamericana. Por otro lado, muchos consideran el gesto antipatriótico e irrespetuoso.