La portavoz recordó que según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), para finales de 2016, unos 5,2 millones de migrantes y refugiados habían llegado a Europa desde los países de Oriente Medio y África del Norte, que "se convirtieron en el campo para experimentos trágicos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)".
"Polonia contribuyó de manera más directa a esta estadística", escribió Zajárova en su canal de Telegram.
También mencionó que según los datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas, que abarcan el período de 2015 a 2020, unos 5,8 millones de inmigrantes –en su mayoría desde Oriente Medio y África del Norte– se asentaron en el Reino Unido y los Estados miembros de la Unión Europea.
"Polonia participaba de manera muy activa en los ataques lanzados contra Irak. Entre 2002 y 2008, más de 10.000 militares polacos participaron en ofensivas solo en este país", subrayó la diplomática.
Más temprano, el ministro de Defensa polaco, Mariusz Blaszczak, declaró que la emergencia migratoria en la frontera de Bielorrusia y Polonia ha sido provocada por un "juego sucio" del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko y el Kremlin.
En lo que va de año, creció el flujo migratorio en las fronteras de Letonia, Lituania y Polonia, que constituyen la puerta de entrada a la Unión Europea desde el noreste para los migrantes irregulares que huyen de zonas de conflicto y de penurias económicas.
Más de la mitad de los migrantes proceden de Irak, seguidos de nacionales de la República del Congo y Camerún.
A principios de julio, Lituania declaró una emergencia ante el creciente flujo de migrantes desde Bielorrusia, cuyo líder, Alexandr Lukashenko, después de un nuevo paquete de sanciones de Occidente, advirtió que su país no tiene "ni dinero ni fuerzas" para contener a los migrantes.