Los empleos que exigen un "sobreesfuerzo psicológico y físico" pueden causar un efecto adverso en el sistema cardiovascular del trabajador, advierten los especialistas del Instituto de Investigación de Medicina del Trabajo Izmerov, en Rusia.
Las ocupaciones en el marco de las cuales la persona está en contacto constante con ciertas sustancias químicas, como el plomo, el mercurio, el benceno y el manganeso, también podrían tener consecuencias negativas para la salud del corazón.
Además, pueden resultar en afecciones cardíacas la frecuente exposición en el ambiente de trabajo a ciertos aerosoles, vibraciones, ruido industrial, radiación electromagnética, calor y frío extremos, informó el ente.
Las profesiones que exigen poca actividad física por parte de los empleados, como es el caso de los trabajos de oficina, por ejemplo, también pueden causar problemas cardíacos a largo plazo.
El Instituto Izmerov alerta que mantenerse por largos períodos de tiempo en un empleo que presente una o más de las características mencionadas supone un mayor riesgo a la salud cardiaca, ya que las enfermedades cardiovasculares "se multiplican a medida que aumenta el tiempo de servicio en condiciones laborales desfavorables".