"Vamos a recibir hasta finales de este mes 650 personas por día", declaró la directora de Migración de Panamá, Samira Gozaine, quien agregó que la cifra disminuirá a 500 diarios de martes a sábado a partir de septiembre.
Al intervenir en una conferencia regional sobre migración irregular, Gozaine precisó que la nación istmeña recibe actualmente entre 1.500 y 2.000 indocumentados, que en su travesía hacia Estados Unidos a través de Centroamérica quieren adentrarse en la llamada "Frontera del Darién", también conocida como "Tapón del Darién", una tupida selva considerada una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo, por sus características naturales y por la presencia de grupos criminales.
"Si seguimos a este ritmo se espera que esta migración sea cinco veces más grande que cualquier otro año, como 2018, cuando entraron 26.000 personas", dijo la funcionaria, quien agregó que Panamá gasta unos 20 millones de dólares anuales en la atención de este flujo.
Según cifras oficiales, unas 55.000 personas que viajan a Norteamérica ingresaron este año en Panamá, la mayoría de nacionalidad haitiana y cubana.