Las restricciones vigentes en Alemania son el uso obligatorio de mascarillas en lugares públicos cerrados y la prohibición de reuniones multitudinarias.
Estas medidas limitan el funcionamiento de varios negocios de ocio, ocasionándoles pérdidas económicas. Por eso, las protestas contra las restricciones han adquirido fuerza.
Hasta el momento, un 53% de la población ha sido inmunizada.