Según los datos de este organismo estatal, en el periodo citado hubo alertas por deforestación en 8.712 kilómetros cuadrados de superficie de selva, lo que representa un cinco por ciento menos que el año anterior.
Entre agosto de 2019 y julio de 2020 la superficie arrasada fue de 9.216 kilómetros cuadrados.
A pesar de la disminución, la superficie perdida este año (equivalente a cinco veces la ciudad de São Paulo) es la segunda mayor en los últimos cinco años.
Los técnicos del Inpe miden la deforestación entre agosto de un año y julio del siguiente para abarcar las estaciones seca y lluviosa de la Amazonía y para detectar una tendencia clara de deforestación.