"Se reitera que no se está atacando propiamente la seguridad de las urnas electrónicas, sino la necesidad de hacer viable una auditoría efectiva", expresó el mandatario en la respuesta oficial al TSE, según adelantó el portal de noticias UOL.
El juez del TSE, Luis Felipe Salomão, había determinado un plazo de 15 días para que Bolsonaro presentara las supuestas pruebas de fraudes en las urnas.
Pero el presidente no presentó ninguna prueba y subrayó que para "robustecer aún más" el sistema electrónico de voto tendría que haber "alguna medida física de auditoría inmediata".
En realidad, las urnas electrónicas, que se usan en Brasil desde 1996, ya se pueden auditar y nunca presentaron irregularidades en el recuento de votos, a pesar de lo que asegura Bolsonaro desde hace meses.
La respuesta oficial dada por el jefe de Estado al TSE se incluirá en el proceso administrativo abierto por este tribunal el pasado 2 de agosto para estudiar las declaraciones del mandatario atacando el actual sistema de votación.