El 49,7% de los ingresados tuvo al menos una complicación.
"La aparición de complicaciones no solo se asoció con un mayor riesgo de mortalidad durante la hospitalización, sino que también redujo la capacidad de los pacientes para el autocuidado una vez dados de alta", subraya el estudio realizado por el equipo de Thomas Drake de la Universidad de Edimburgo, publicado por The Lancet.
Además, en forma severa, la enfermedad avanzó incluso entre jóvenes y ciudadanos sin enfermedades crónicas. El estudio se realizó en 2020.
El coronavirus afecta a varios órganos, además de los pulmones. Los riñones, el corazón y los vasos sanguíneos también sufren. A menudo, hay alteraciones en el funcionamiento del sistema digestivo. El SARS-CoV-2 también afecta la función cerebral. En particular, los pacientes se quejaron de deterioro de la memoria y deterioro mental.
Muchas de estas complicaciones persisten durante al menos varios meses después de la recuperación.