"El pueblo de Cuba se ha expresado en las calles durante los últimos días, y es deber del Gobierno y de las autoridades cubanas escuchar las demandas allí expresadas y abrir un camino de diálogo, el único posible, para resolver la crisis social que se ha acrecentado en el último tiempo", consignó el partido chileno a través de un comunicado.
El conglomerado añadió: "con la misma fuerza que siempre el bloqueo impulsado por los Estados Unidos de América contra Cuba, hoy manifestamos que la expresión política de las y los ciudadanos, en todos los países del mundo, constituye un derecho fundamental que debe ser respetado y resguardado por los gobiernos y las sociedades en su conjunto".
Por último, el partido afirmó que el pueblo cubano "es el llamado a forjar su propio futuro en paz, a través del diálogo y sin intervenciones".
El 11 de julio, La Habana y otros municipios de la isla fueron escenarios de protestas y disturbios calificados de reclamos populares por algunos y vandalismo por otros.
Los principales reclamos de los manifestantes iban dirigidos a la falta de medicamentos, los desabastecimientos de productos de primera necesidad, y el rechazo a las tiendas que venden sus productos en divisas fuertes, una medida adoptada hace algunos meses y que desde siempre ha tenido un carácter impopular, a pesar de las explicaciones del Gobierno.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, acusó a los grupos opositores de estar financiados por Estados Unidos, y dijo que se aprovechan de la crisis económica y el rebrote del COVID-19 para incentivar sus acciones desestabilizadoras con el fin de provocar el derrocamiento del Gobierno.