La agencia ha compartido algunas imágenes submarinas que ha logrado captar de la aeronave que se encuentra ahora sobre el fondo del océano Pacífico a una profundidad de entre 110 y 128 metros, según los medios locales.
En las fotos se puede ver la sección frontal del fuselaje que se desprendió de la aeronave, así como un motor destrozado. Otra foto muestra la sección principal del fuselaje con las alas y el empenaje.
A pesar de contar con la ubicación exacta de la aeronave y la prioridad que supone para la NTSB el recuperar las cajas negras, esto aún no ha sido posible. Ello se debe a que se trata de una gran profundidad para los buzos, que normalmente se sumergen a hasta 60 metros. Hace falta equipamiento y entrenamiento especiales para poder llegar a salvo hasta la aeronave.
El Boeing 737-200 de Transair realizaba el trayecto entre las islas hawaianas de Honolulu y Kahului cuando uno de los motores falló. Los pilotos intentaron regresar al aeropuerto de partida, pero no lograron hacerlo y se vieron obligados a amarizar. Los dos pilotos, que resultaron gravemente heridos, fueron rescatados una hora después y actualmente están hospitalizados. Se reporta que su condición es estable.