"Giorgio Scanu, ciudadano italiano residente en Honduras, fue matado en una aldea en el sur del país por una multitud enfurecida que además incendió su casa y su coche, acusándolo de haber asesinado a un vecino para vengarse de un robo", informó el rotativo.
Según precisó, muchos de los atacantes estaban armados con palos, machetes y piedras.
La policía local trató de parar a los agresores, pero estos no le hicieron caso.
Tras el asalto el italiano "llegó vivo al hospital, donde los médicos no pudieron salvarlo a causa de la gravedad de las heridas que sufrió".