"Los estornudos en verano pueden deberse a que muchas personas son alérgicas al polen de cualquier planta y eso depende en gran medida de las condiciones meteorológicas, por lo que una persona puede no experimentar molestias en algunos días. Cuando el verano es seco, se eleva en el aire más polvo y polen. Cualquiera puede empezar a estornudar", señaló la especialista.
Añadió que en caso de estar convencido de no tener alergias y que los estornudos se producen en respuesta al aire polvoriento, lo mejor es no intentar reprimir el deseo de estornudar.
"Estornudar es normal y fisiológico. Este mecanismo de defensa tiene como objetivo extraer algo mecánicamente. Es decir, la tos, los estornudos e incluso el goteo nasal son cosas completamente normales a las que no hay que tener miedo. El cuerpo los genera por si algo se mete dentro y no en el lugar correcto. Solo hay que tener miedo cuando se trata de una congestión nasal con secreción profusa durante mucho tiempo. Esto indica que debes ir al médico", indicó Yartseva.
En la actualidad los estornudos pueden generar una ansiedad innecesaria en los demás por el temor a un posible contagio de coronavirus, por eso lo más aconsejable es cubrirse con un pañuelo desechable o la mano, que luego debemos lavar inmediatamente con agua y jabón o desinfectar con cualquier producto adecuado.
Irina Yartseva no recomienda estornudar en el pliegue del codo porque nadie lavará este lugar y los gérmenes y los virus se pueden quedar allí.