En la grabación publicada en YouTube se puede ver cómo el perrito le ladra con furia, pero a la vez busca el limón amargo que le ofrece su dueña.
Sin embargo, el can tiene razones para estar alerta, puesto que se ha demostrado que los ácidos cítricos que contienen los limones son peligrosos para los perros y otros animales.
Cuando un perro ingiere el jugo del limón puede sufrir problemas gastrointestinales como diarrea y vómito, e incluso puede quedar afectado el sistema nervioso central, de acuerdo con la Sociedad estadounidense para la Prevención de la Crueldad hacia los animales.