"Ya hemos reemplazado esas vacunas por las Sinopharm, (...) el contrato de cinco millones de dosis de AstraZeneca ya no tiene sentido", dijo Blanco en una declaración online, al actualizar el plan de aprovisionamiento para la campaña de inmunización general contra la pandemia.
El funcionario hizo la declaración después de que el presidente Luis Arce anunciara un nuevo contrato con Sinopharm para la provisión de seis millones de vacunas entre julio y agosto, con las que sumarán 8,7 millones de dosis las que entregará ese laboratorio chino al país.
Junto con las entregas de otros contratistas, Bolivia acumularía hasta agosto 12,2 millones de vacunas contra el COVID-19, según datos oficiales.
Sinopharm no figuraba en el plan inicial de aprovisionamiento, en el que destacaban AstraZeneca con 5 millones de vacunas y el laboratorio ruso Gamaleya con 5,2 millones de dosis de Sputnik V.
AstraZeneca tropezó con inconvenientes para cumplir sus compromisos desde que hace tres meses el laboratorio indio Serum, que fabrica por contrato el inmunizante británico, fue prohibido de exportar el producto.
"Con Sinopharm reemplazamos las vacunas AstraZeneca y también parte de las vacunas [Sputnik V] que no hemos recibido por parte del Fondo Ruso de Inversión e incluso los compromisos de COVAX que no se han cumplido", resumió Blanco.
Añadió que Bolivia espera aún de AstraZeneca solo 40.000 segundas dosis que deben ser provistas por el mecanismo COVAX.
Blanco informó también que el Gobierno boliviano coordina acciones con su par de Canadá para avanzar en el trámite de liberación forzosa de patentes de vacunas anti-COVID-19.
Esa gestión apunta a que el laboratorio canadiense Biolyse Pharma pueda fabricar exclusivamente para Bolivia 15 millones de dosis de la vacuna contra el COVID-19 desarrollada por la firma estadounidense Johnson & Johnson.