"Es un virus tan poco ordinario que los no vacunados, y quienes no tengan inmunidad, acabarán en una posición desventajosa frente a los inmunizados por haber superado la infección o por vacunación", dijo Peskov a periodistas. El portavoz de la Presidencia rusa añadió que "en realidad, habrá discriminación inevitablemente".
Las autoridades de Rusia están intentando forzar la campaña de vacunación en medio de un alza de nuevos contagios y la propagación de la variante delta, mucho más transmisible que las demás.
La defensora del pueblo ruso, Tatiana Moskalkova, dijo recibir estos días numerosas quejas de trabajadores cuyos derechos son vulnerados porque se exponen al riesgo de perder algunos bonos e incentivos si se niegan a vacunarse.
En una entrevista con la estación de radio Vesti FM, Moskalkova calificó de "juego sucio" los intentos de estimular la campaña de inmunización de esta manera.
El representante del Kremlin dijo estar al tanto de ese comentario. A juicio de Peskov, el centro nacional de respuesta al COVID-19 debería examinar el asunto, pero "la situación requiere de medidas enérgicas".