Las aeronaves rusas estaban realizando un vuelo rutinario sobre las aguas neutrales del mar Báltico, y a lo largo de su trayecto de ocho horas fueron escoltadas por los F-16 de la Fuerza Aérea de Dinamarca, los JAS 39 Gripen suecos y los F-35A italianos.
Los cazas de la OTAN se aproximaron al grupo aéreo ruso en distintos momentos de su trayecto.
Aunque el vuelo se realizó lejos del territorio de Italia, los cazas de la FFAA de este país participaron en la escolta porque actualmente están estacionados en Estonia en el marco de la misión de patrulla de la OTAN en el Báltico y permanecerán allí hasta agosto de este año.