Alrededor de 6.515 personas fueron desalojadas durante la madrugada del domingo 6 de junio después de que miles de jóvenes organizaran una nueva fiesta callejera en Barcelona. Se trata de la última que se ha producido en la ciudad condal, concretamente en el céntrico barrio del Born y en una playa cercana, pero no es un caso aislado.
Desde que expiró el toque de queda en Cataluña, cada fin de semanas numerosos grupos de jóvenes salen de fiesta y celebran sus botellones en la vía pública. En las imágenes se aprecian a los agentes policiales acercándose hacia la multitud para intentar dispersarles. También se ve a muchos de los asistentes a la fiesta cantando a coro, sin mascarillas, con su copa en la mano, y sin respetar la distancia de seguridad.
En el último mes, Barcelona está viviendo un aumento considerable respecto a las reuniones sociales en la vía pública, según fuentes de la Guardia Urbana. La multitud fue dispersada por los agentes por infringir las restricciones decretadas para contener la pandemia de COVID-19. El mes pasado, el Gobierno español levantó el estado de excepción en todo el país, aunque en varias regiones del país se siguen aplicando medidas como el distanciamiento social y el uso de mascarillas.
No obstante, el Gobierno catalán levanta el lunes 7 de junio la prohibición de celebrar fiestas mayores, aunque se mantiene la restricción de hacer reuniones familiares o sociales limitadas a diez personas tanto en el ámbito público como privado.