Solo un reducido número de invitados y dignatarios seleccionados pudo visitar las ceremonias oficiales programadas para conmemorar el aniversario, mientras que la mayoría de eventos públicos ha sido cancelada.
Las restricciones de viaje, impuestas para prevenir la expansión del coronavirus, han impedido a los veteranos y a las familias de los soldados de EEUU, el Reino Unido, Canadá y otros países aliados en la batalla de Normandía —llamada también Operación Overlord— viajar a Francia. Solo se hizo una excepción con un puñado de funcionarios.
"Eso la verdad es que nos duele mucho, porque todos tienen alrededor de 95 y 100 años y esperamos que duren para siempre. Pero, ya sabes... Al menos mantenemos un cierto espíritu de conmemoración, que es lo más importante", comentó a Associated Press Denis van den Brink, un especialista en la Segunda Guerra Mundial.
El único veterano presente en los conmemorativos fue Charles Shay, de 96 años, un estadounidense nativo de Penobscot que ahora vive en Normandía. Shay tomó parte en la ceremonia en el cementerio de los soldados estadounidenses, en Colleville-sur-Mer.
Otros veteranos y familias de soldados pudieron ver la retransmisión de los eventos en las redes sociales.
Durante el fin de semana del aniversario muchos residentes locales visitaron los monumentos que marcan los momentos clave de la operación. Decenas de interesados en la historia francesa de la Segunda Guerra Mundial y algunos viajeros de países europeos vecinos también fueron vistos desplazándose por pequeñas carreteras de Normandía en todoterrenos y vehículos militares.
Normandía tiene más de 20 cementerios militares, los cuales albergan en su mayoría a soldados estadounidenses, alemanes, franceses, británicos, canadienses y polacos que participaron en la histórica batalla.
Desde el Día D hasta el 21 de agosto de 1944, los aliados trasladaron 2.052.299 soldados al norte de Francia. Los historiadores fijan el número total de caídos entre las filas aliadas en la batalla de Normandía entre 225.606 y 226.386.