"Tendrán problemas para operar su planta de energía porque no tienen combustible. Esto tendrá un efecto significativo en la cantidad de electricidad en Gaza", advirtió el portavoz del Ejército israelí, Hidai Zilberman, confirmando la información de un funcionario de Defensa israelí en ese sentido.
Tras el estallido de los combates el 10 de mayo, el Ejército israelí cerró el paso fronterizo de Kerem Shalom, a través del cual pasa el principal flujo de combustible hacia Gaza, reduciendo la ya escasa cantidad de electricidad en el enclave a entre cuatro y cinco horas por día.