Para prevenir una violación de la frontera, el Su-30 escoltó dos aviones tácticos Mirage 2000 y una aeronave cisterna C-135 del Ejército del Aire y del Espacio de Francia.
El caza ruso, que impidió una incursión en el espacio aéreo, realizó esta misión en plena consonancia con las leyes internacionales.
"Los aviones de la OTAN estaban volando a lo largo de nuestra frontera. Enviamos nuestros interceptores que vigilan las acciones de estos espías e impiden que penetren en nuestro espacio aéreo. Impiden que entren en nuestro espacio aéreo en el sentido literal de la palabra: físicamente, si es necesario. Es decir, bloquean la ruta de vuelo hacia el territorio ruso", explicó a Sputnik el analista militar Yuri Knútov.
Según el experto, las aeronaves de la Alianza perseguían varios objetivos a la vez al acercarse a las fronteras rusas.
"Los países de la OTAN tienen dos misiones: descubrir nuestro sistema de defensa antimisiles, registrar las características de las instalaciones de radar, las instalaciones de guiado de misiles. Y la segunda es cansar a nuestro personal militar", opinó.
Pero los militares rusos están preparados para este tipo de presión, aseguró el analista.
"El objetivo que persigue la OTAN no es nada noble: se recopila información, se preparan provocaciones militares y quizás incluso acciones militares. Estamos interrumpiendo esos vuelos de reconocimiento para evitar estas cosas. Todo ello muestra un buen nivel de formación de nuestros pilotos y militares de las tropas radiotécnicas. También demuestra que nuestro cielo está bajo llave", concluyó el experto militar.