"El coste total de Nord Stream 2 es de casi 10.000 millones de euros, la mitad de los cuales fueron pagados por Gazprom y la otra mitad por cinco empresas gasistas europeas. Y cuando se invierte tanto dinero, no se puede permitir la inacción", señaló a l'Opinion.
Sugirió, durante una entrevista con el medio francés, que el método más eficaz para que Rusia resista las sanciones estadounidenses es la táctica de "esperar y ver".
"El hecho es que este gasoducto no es indispensable a corto plazo. En 2019, debido a los retrasos en la construcción, Rusia firmó un contrato de tránsito de gas de cinco años con Ucrania e incluso si Nord Stream 2 se pone en marcha, Rusia tendrá que pagar en cualquier caso 1.300 millones de dólares anuales a Ucrania hasta 2024. Por eso, en mi opinión, Nord Stream 2 no se pondrá en marcha hasta entonces", explicó.
Según Bros, el año 2024 debido a los "planes ambiciosos" de la Comisión Europea en la esfera de transición energética podrían hacer que el gasoducto sea utilizado para para llevar hidrógeno ruso a Europa.
"Entonces los europeos tratarán el proyecto de forma más inequívoca, y esto limitará la capacidad de EEUU de ponerle obstáculos", concluyó.