"Los administradores regionales (...) declaran por la presente que existe una emergencia (...) Dicha emergencia es en respuesta a la desconexión imprevista del sistema de oleoductos Colonial debido a problemas de la red que afectan el suministro de gasolina, diesel, combustible para aviones y otros productos refinados del petróleo", indicó el Departamento de Transporte en un comunicado.
Colonial Pipeline informó el viernes que había sido blanco de un ataque cibernético que le obligaba a detener el funcionamiento de sus tuberías. Según varios medios, el ciberataque se realizó con un código maligno que encripta los sistemas y exige un rescate para desbloquearlos.
La interrupción del suministro afectó a los estados del este y sur, entre ellos Nueva York, Virginia, Florida, Arkansas, Texas, Misisipi y otros.
Las medidas del Gobierno facilitan el transporte inmediato de combustible en camiones cisterna a los territorios afectados.
Según los analistas consultados por el periódico The New York Times, el restablecimiento de los sistemas de Colonial Pipeline tomará varios días.