Las uvas y otras frutas australianas se enfrentan a inspecciones y retrasos aduaneros en algunos puertos de China, informa este medio local. De acuerdo con Reuters, alrededor de 400-500 contenedores con uvas están tardando entre cinco y 10 días más de lo normal para ser descargados.
Según Global Times, los importadores chinos ya se están moviendo para reducir la proporción de fruta australiana debido a las bajas ganancias y al empeoramiento de los lazos bilaterales, al tiempo que aumentan las importaciones de Nueva Zelanda y Tailandia.
Los informes de tales retrasos se produjeron después de que Canberra utilizara una ley contra China para romper los acuerdos firmados entre el estado de Victoria y China con respecto a la Iniciativa de la Franja y la Ruta. China ha prometido tomar contramedidas en este aspecto, pero todavía no ha anunciado ninguna oficialmente.
Y no solo afecta a la uva. Reuters informa que China también disminuye la importación de cebada, ternera, algodón y mariscos de Australia.
China es el mercado más grande para las uvas australianas, con alrededor del 41,3% del total, seguido de Indonesia y Japón con 8,8% y 7,5%, respectivamente, según la Asociación Australiana de Uvas de Mesa.
El deterioro de las relaciones entre China y Australia ha causado preocupación entre las empresas australianas, asegura Song Wei, investigador asociado de la Academia China de Comercio Internacional y Cooperación Económica.
"Las empresas de ambos países tienen expectativas negativas para la cooperación económica y comercial entre China y Australia. No solo los exportadores de uva australianos lo tomarán en serio, los inversores chinos también buscarán activamente mercados alternativos, lo que afectará directamente la inversión directa de China en Australia", pronostica Song.