"Después de la declaración del presidente de EEUU, Joe Biden, sobre los acontecimientos de 1915, David Satterfield fue convocado a nuestro ministerio y se le indicó que son declaraciones inadmisibles, sin fundamento histórico y jurídico, y por lo tanto las rechazamos y condenamos", dijo la fuente.
Más temprano el 24 de abril, Biden reconoció oficialmente la masacre de los armenios étnicos perpetrada a principios del siglo XX como genocidio.
El ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, señaló que las palabras del presidente Biden sobre el genocidio armenio se basan en el populismo y Turquía lo rechaza con decisión.
Cavusoglu comentó, además, que la declaración de Biden es inválida desde el punto de vista del derecho internacional, perjudica grandemente al pueblo turco y daña las relaciones entre Ankara y Washington.
La comunidad armenia en el Imperio Otomano sufrió a finales del siglo XIX y comienzos del XX violentas persecuciones que alcanzaron su punto culminante en 1915, derivando en la matanza de un millón y medio de personas.
Armenia insiste en que la comunidad internacional reconozca el genocidio, algo que han hecho hasta ahora la mayoría de los países en el continente americano y Europa, mientras que Turquía rechaza ese término, alegando que tanto armenios como turcos fueron víctimas de aquellas matanzas.