El extraño lugar donde este oso pardo, especie que puede llegar a pesar hasta 600 kg, decidió descansar debe tener algún atractivo especial. Subió para alcanzar un nido de pájaros que se encontraba en la cima, pero rápidamente cambió de idea y decidió contemplar, sentado en una rama de apariencia endeble, el paisaje.
Tras varias horas de reflexión, el osito, uno de los 11 que viven en el zoológico Pairi Daiza, Bélgica, finalmente se bajó.