Es una de las celebraciones más extendidas entre los católicos, se realiza el Viernes Santo y hace referencia a los diferentes momentos vividos por Jesús de Nazaret desde su detención hasta su crucifixión, sepultura y posterior resurrección.
La ceremonia tiene lugar sin participación del público por segundo año consecutivo debido a las restricciones por la pandemia.
La tradición se remonta al siglo XVIII. El Viernes Santo es el último viernes hasta la Pascua que este año cae en el 4 de abril en el mundo católico y protestante.