Según los datos difundidos por el Ministerio de Sanidad español, la tasa de incidencia acumulada aumentó hasta 134 infectados por el coronavirus de cada 100.000 personas.
Este indicador sigue subiendo a ritmo lento desde la semana pasada y pese a las restricciones a la movilidad y la interacción social todavía activas en todo el país.
El último balance eleva a 3.247.738 los casos confirmados de infección por el coronavirus y a 74.420 los fallecimientos desde que comenzó la pandemia.
En una comparecencia parlamentaria este 25 de marzo, la ministra española de Sanidad, Carolina Darias, reconoció que los últimos datos del COVID-19 en España "comienzan a ser preocupantes".
La subida de la incidencia preocupa a las autoridades españolas a las puertas de la Semana Santa, un período con varios días festivos en que muchos españoles toman vacaciones.
Darias explicó que la tendencia en la mayoría de regiones del país es "ascendente" y denota "un aumento de la transmisión", por lo que apeló a la responsabilidad y prudencia de los ciudadanos en los próximos días.
También preocupa a Sanidad la situación en los hospitales, donde el porcentaje de camas con pacientes del COVID-19 se sitúa en un 6,2%.
El dato más problemático es la alta ocupación en las unidades de cuidados intensivos (UCI) con un 18,6% de plazas dedicadas a la pandemia.
Ante esta situación, los técnicos del Ministerio de Sanidad proponen endurecer las restricciones en zonas de alto riesgo, con una incidencia de entre 150 y 250 casos.
En paralelo avanza en toda España el plan nacional de vacunación con más de 6,8 millones de dosis administradas y 2,3 millones de personas inmunizadas de una población de 47 millones.
La estrategia de inmunización se vio afectada durante unos días por la suspensión de la aplicación de la vacuna de AstraZeneca y también por los problemas de suministro de dosis a nivel europeo.