"Si Bulgaria emprende acciones inamistosas contra Rusia, por supuesto, debe entender que por nuestra parte habrá medidas de respuesta", respondió a los medios Grushkó.
El 21 de marzo de marzo el primer ministro búlgaro, Boiko Borisov, dijo que Sofía podría declarar personas no gratas a algunos diplomáticos rusos en relación con un caso de presunto espionaje.
La Fiscalía General de Bulgaria informó de la detención de varios militares y funcionarios sospechosos de entregar información confidencial a Rusia.
Las autoridades búlgaras acusaron de espionaje a seis personas: cinco fueron puestas bajo custodia por un plazo inicial de 72 horas, ya prolongado indefinidamente, y una fue liberada bajo fianza por colaborar con la investigación.
La Embajada rusa en Sofía denunció los "intentos incesantes de romper el diálogo ruso-búlgaro y demonizar de nuevo a Rusia" y expresó la esperanza de que las especulaciones sobre la supuesta implicación de Rusia en el espionaje sean disipadas.