El incidente ocurrió en el distrito de Kosk, que se encuentra en la frontera con Turkmenistán. Por el momento ningún grupo que opera en la región asumió la responsabilidad por la explosión.
Afganistán vive una situación de inestabilidad debido a los ataques que lanzan el movimiento talibán y, desde el 2015, ISIS (autoproclamado Estado Islámico, proscrito en Rusia).
Las negociaciones interafganas que se desarrollan desde mediados de septiembre del 2020 en la capital catarí, Doha, no han derivado hasta ahora en una reducción de la violencia.