"La delegación china parece haber llegado con la intención de ser grandilocuente y de centrarse en la teatralidad pública y en la dramaturgia más que en la sustancia", recalcó el 18 de marzo el funcionario estadounidense.
La delegación de EEUU denunció las violaciones de derechos humanos cometidas por China en Xinjiang con la etnia uigur y en Hong Kong, su coerción económica e intimidación política en países extranjeros, sus actividades cibernéticas maliciosas y su acumulación militar. China respondió acusando a EEUU de tener un "pobre" historial de derechos humanos con la comunidad afroamericana.
El secretario de Estado, Antony Blinken, y el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan se enfrentaron a sus homólogos chinos en un cruce de reproches mientras la rivalidad de ambas naciones continúa bajo la nueva administración estadounidense y bajo el Gobierno de Xi Jinping.
La reunión tuvo lugar con la presencia del Consejero de Estado chino Wang Yi y el Director de la Oficina de la Comisión Central de Relaciones Exteriores, Yang Jiechi.
La administración de Joe Biden ha definido oficialmente su relación con China como la mayor prueba geopolítica para EEUU en el siglo XXI.
China rechaza habitualmente las acusaciones estadounidenses y las trata como una interferencia inaceptable en sus asuntos internos.