"El acceso a otras vacunas debe acelerarse (...) en primer lugar, es necesario esforzarse activamente por recibir y verificar las vacunas de Rusia y China cuanto antes", dijo el político conservador.
En cuanto a la vacuna de la sueco-británica AstraZeneca, declaró que la posición de Alemania no ha cambiado.
Según el Ministerio de Salud alemán, los beneficios de la vacuna de AstraZeneca son mayores que los riesgos pero al mismo tiempo las autoridades están evaluando los posibles efectos secundarios.
Mientras el Instituto Robert Koch alemán no encontró evidencias que apunten a una relación de casos mortales con la inyección de ese fármaco.
Soder calificó de "un nuevo golpe" la suspensión del uso de AstraZeneca en una serie de países europeos.
El político criticó las decisiones nacionales en relación con la vacuna.
Austria, Dinamarca, Estonia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos y otras naciones cesaron el uso de la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca después de una treintena de casos de formación de coágulos de sangre en las personas que se inocularon con ese medicamento, e incluso de muerte por trombosis de una paciente vacunada.
AstraZeneca ha defendido su vacuna señalando que el número de casos de trombos en los inoculados con el fármaco es "significativamente menor de lo que se podría esperar".