"Si la decisión del Ministerio de Salud es reabrir las escuelas, en principio debemos garantizar que sea seguro. Y eso debe empezar porque se inmunice a los profesores", dijo a la televisora local Canal 21 el secretario general de Bases Magisteriales Salvadoreñas, Paz Zetino.
La ministra salvadoreña de Educación, Carla Hananía, anunció la semana pasada la reanudación de las clases presenciales de modo opcional para todos los centros escolares del sistema público y privado, a partir de un protocolo de bioseguridad.
Zetino reclamó, además, la infraestructura para tener medidas de bioseguridad, pues estimó que la mayoría de centros educativos carece de los requisitos mínimos, con la consiguiente exposición de los docentes.
El dirigente sindical pidió prioridad para los docentes en el programa nacional de vacunación, pues "gran parte del magisterio" sufre de enfermedades crónicas y será vulnerable ante el COVID-19.
"Para el lavado de manos se necesita agua potable, y en la mayor parte de escuelas llega el agua potable por dos días a la semana, por dos horas", acotó Zetino, quien igual consideró insostenible el modelo de clases en línea.
El Salvador comenzó el pasado 17 de febrero a inmunizar al personal sanitario con la vacuna AstraZeneca/Oxford, única avalada por la Dirección Nacional de Medicamentos de este país, y cuyo uso es actualmente cuestionado por varias naciones.
Las autoridades sanitarias y educativas de El Salvador acordaron suspender las clases presenciales en este país desde el 11 de marzo de 2020, y un intento de retomarlas en febrero pasado fue suspendido por un repunte en los contagios.