"Queda prohibida la permanencia en áreas y plazas públicas entre las 23 horas y las cinco horas [2:00 a 8:00 GMT], la circulación está permitida", leyó el gobernador en la comparecencia.
Castro aseguró que de momento sigue siendo contrario a medidas más rígidas, como un confinamiento total, pero se vio obligado a encender "la luz amarilla" después de que en los últimos 10 días aumentara un 30% la demanda de atención básica en los ambulatorios.
El decreto del toque de queda busca unificar las medidas de contención en todo el estado (donde viven alrededor de 17,3 millones de personas), ya que algunas ciudades, como la capital, ya habían adoptado esta medida la semana pasada.
El aumento de las restricciones en Río de Janeiro se produce un día después de que el vecino estado de Sao Paulo (sureste) anunciara la entrada en una fase de alerta roja y también limitara la permanencia nocturna en las calles.