"Estados Unidos impuso a Joh [Juan Orlando Hernández] como dictador a sabiendas que es golpista y vinculado al saqueo y redes de narcotráfico, sin importar el dolor del pueblo; con la coronel Heidi Fulton avalaron falsificar 5.000 actas; lo financia con el Banco Mundial (BM), Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Fondo Monetario Internacional (FMI) y bonos soberanos, es su engendro", dice la acusación de Zelaya, publicada en su cuenta de la red social Twitter.
La exposición del exmandatario coincide con las recientes implicaciones a Hernández en el caso del presunto narcotraficante hondureño Geovanny Fuentes Ramírez, quien desde el lunes 8 es juzgado por la Corte Federal de Distrito de Manhattan, en Nueva York (EEUU, noreste).
Uno de los fiscales que participa en ese proceso judicial aseguró que Hernández aceptó proteger a los narcos mediante las fuerzas de seguridad y los organismos policiales de Honduras, con la pretensión de ayudarlos a inundar a Estados Unidos de cocaína.
"Ellos, según dijo el presidente, les "meterían las drogas por las narices de los gringos", expuso en el juicio el fiscal federal Jacob Harris Gutwillig, adjunto en Nueva York.
Zelaya se desmarcó de la posibilidad de haber cometido el mismo ilícito del cual acusa al actual jefe de Estado catracho.
"Prueba irrefutable que nunca recibí un soborno es que jamás nombré un ministro, ni del crimen organizado, ni por presiones de la embajada americana", volvió a tuitear Zelaya minutos más tarde del post incriminatorio contra Hernández.
Defensa en Twitter
El miércoles 10, Hernández defendió su supuesta inocencia mediante dos publicaciones en la misma red social, en las cuales expuso que la negociación buscada por la banda Los Cachiros con el Gobierno estadounidense resulta una prueba de que su administración no estaba implicada en actos de soborno.
Los Cachiros es una organización criminal hondureña dedicada al narcotráfico, fundada a comienzos de la década de 1990 por un grupo de ganaderos en los departamentos de Colón (norte) y Olancho (este) y un ex jefe del cartel, Leonel Rivera.
En la corte del neoyorkina que juzga a Fuentes Ramírez, los fiscales mencionaron en varias ocasiones que el acusado sobornó con 25.000 dólares al presidente de Honduras, a quien los documentos judiciales identifican como CC-4 (coconspirador 4), a cambio de un permiso para el tráfico de drogas.
El 23 de febrero pasado, el congresista demócrata Jeff Merkley presentó al Senado de Estados Unidos una iniciativa de ley que buscaría aislar a Hernández por sus presuntos vínculos con el narcotráfico internacional y el mal manejo de la pandemia de COVID-19.
"Estados Unidos no puede permanecer en silencio ante la profundamente alarmante corrupción y los abusos a los derechos humanos que se están cometiendo en los niveles más altos del Gobierno hondureño", dice un comunicado emitido por el legislador.
El comunicado advierte que si no se obliga a Hernández a rendir cuentas, habrá más pobreza y violencia en Honduras.